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Donald Trump ha hecho una serie de promesas de recorte de impuestos durante su campaña, con al menos 12 propuestas distintas en los últimos meses. Estas van desde eliminar impuestos sobre propinas y horas extras hasta extender los recortes de impuestos de 2017. Pero, ¿puede realmente cumplir con todas estas promesas?
Una de sus últimas propuestas es un crédito fiscal para cuidadores familiares, una medida que resonó con la audiencia y que también conecta con un enfoque similar propuesto por Kamala Harris. Sin embargo, economistas señalan que las propuestas de Trump costarían miles de millones al erario público, sin que haya una estrategia clara de cómo financiarlas.
Entre otras promesas, Trump ha sugerido incluso la eliminación total de los impuestos sobre la renta, argumentando que el aumento en los ingresos de aranceles y perforación petrolera compensaría la pérdida. Sin embargo, los expertos coinciden en que la matemática no respalda esta idea, ya que los aranceles actualmente representan menos del 2% de los ingresos federales.
Promesas Para Grupos Específicos de Votantes Trump ha dirigido muchas de sus propuestas a sectores de votantes estratégicos, como eliminar impuestos sobre propinas para trabajadores de restaurantes y deducir los intereses de préstamos de automóviles para atraer al sector automotriz en Detroit. También ha prometido eliminar los impuestos sobre los beneficios del Seguro Social, una propuesta que preocupa a algunos economistas ya que podría poner en peligro el programa.
Impacto Fiscal y Dudas Sobre Viabilidad Estas propuestas de recorte de impuestos podrían superar los $9 billones en la próxima década, según el Comité para un Presupuesto Federal Responsable. Esto sin contar otras promesas recientes, como eliminar la doble imposición para los estadounidenses que viven en el extranjero. La gran pregunta es si el Congreso apoyaría estas medidas, y si es factible hacer realidad todos los recortes prometidos sin provocar un enorme déficit fiscal.
Conclusión Trump ha lanzado una ambiciosa agenda de recortes de impuestos que apelan a distintos grupos de votantes, pero la magnitud de sus propuestas y la falta de una estrategia de financiamiento clara generan dudas. Resta ver si estas ideas se traducirán en políticas factibles o si, como sugieren algunos analistas, son simplemente promesas de campaña difíciles de cumplir.
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