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La tensión diplomática entre Estados Unidos y Brasil alcanzó un nuevo nivel el miércoles 30 de julio de 2025, luego de que el presidente estadounidense Donald Trump firmara un decreto que impone un aumento arancelario del 50% a diversas importaciones brasileñas. La medida, que entrará en vigor el 6 de agosto, también incluye sanciones directas al juez de la Corte Suprema de Brasil, Alexandre de Moraes, quien lidera el juicio contra el expresidente Jair Bolsonaro.
Este decreto formaliza la amenaza que Trump había lanzado a principios de julio, cuando advirtió al presidente Luiz Inácio Lula da Silva que su gobierno podría enfrentar severas consecuencias comerciales por lo que calificó como una “caza de brujas” contra Bolsonaro.
Trump defiende a Bolsonaro y ataca al gobierno de Lula
De acuerdo con el comunicado de la Casa Blanca, la administración Trump acusa al gobierno brasileño de llevar a cabo acciones que suponen una “amenaza inusual y extraordinaria” para la seguridad nacional y la política exterior de Estados Unidos.
Trump denunció que la supuesta persecución judicial contra Jair Bolsonaro y sus seguidores constituye una grave violación de los derechos humanos y del estado de derecho en Brasil. Según el presidente estadounidense, el gobierno de Lula habría intimidado a empresas estadounidenses, obligándolas a censurar contenido político, entregar datos confidenciales y expulsar usuarios de sus plataformas.
Aranceles del 50% con excepciones clave
El decreto firmado por Trump establece un aumento del 50% en los aranceles a varios productos de exportación brasileños, pero deja fuera algunos bienes esenciales para el mercado estadounidense. Entre las excepciones se encuentran el jugo de naranja, la energía, las aeronaves civiles y sus componentes, los fertilizantes, los metales preciosos, la pasta de celulosa y el arrabio.
Sin embargo, el café brasileño, uno de los productos insignia de exportación, sí estará sujeto al incremento arancelario, lo que podría impactar seriamente a los productores y exportadores de este sector.
Sanciones contra el juez Alexandre de Moraes
El decreto no se limitó a los aranceles. La administración estadounidense sancionó también al juez Alexandre de Moraes, figura central en los procesos judiciales contra Bolsonaro. La Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro bloqueó todos los bienes y participaciones del magistrado que se encuentren en Estados Unidos, en virtud de la Ley Global Magnitsky.
Según el comunicado, Moraes habría “abusado de su autoridad judicial” para intimidar a opositores políticos, proteger a aliados corruptos y suprimir la disidencia, acciones que, de acuerdo con Washington, violan los derechos humanos.
Estas sanciones se suman a la decisión previa de revocar la visa de entrada del juez Moraes a Estados Unidos.
Impacto económico y político de la medida
La imposición de aranceles podría generar un duro golpe a la economía brasileña, especialmente en los sectores más dependientes del comercio con Estados Unidos. Analistas señalan que el café será uno de los productos más afectados, mientras que el impacto en otras áreas podría ser menor gracias a las excepciones incluidas en el decreto.
Por su parte, el presidente Lula da Silva respondió afirmando que su gobierno defenderá “la soberanía del pueblo brasileño” y criticó lo que considera una injerencia en los asuntos internos del país.
Contexto de la crisis
Esta nueva ofensiva de Trump se da en un contexto político delicado. Bolsonaro enfrenta acusaciones de intentona golpista y una serie de procesos judiciales que amenazan su futuro político. Trump, su principal aliado internacional, ha reiterado su apoyo al exmandatario ultraderechista y ha usado esta crisis para presionar al gobierno de Lula.
La relación bilateral entre Estados Unidos y Brasil se encuentra en su punto más tenso en años, y los expertos advierten que la escalada de sanciones y aranceles podría tener consecuencias duraderas en la economía y la diplomacia de ambos países.