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La comunidad migrante en Estados Unidos, especialmente en Los Ángeles, enfrenta una de las etapas más críticas de los últimos años. Con el retorno de las redadas masivas ordenadas por el presidente Donald Trump y el despliegue de la Guardia Nacional, el miedo se ha apoderado de barrios enteros. Familias que llevan años viviendo y trabajando en el país ahora temen realizar actividades tan cotidianas como ir al trabajo o llevar a sus hijos a la escuela.
Norma, una madre mexicana que ha vivido en Orange County durante más de 20 años, describe su día a día como una constante pesadilla. “Salir de casa es no saber si vas a volver”, dice con angustia. Como ella, miles de personas indocumentadas sienten que el país que consideraban su hogar se ha convertido en un territorio hostil.
El miedo se multiplica en las calles
Las redadas del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) han generado un pánico generalizado. Las avenidas se vacían, los comercios pierden clientes y la presencia militar se vuelve cada vez más visible. Pilar, residente de North Hollywood, asegura que la comunidad vive bajo un “ambiente de tristeza y paranoia”.
“Circulan más patrullas que personas. La gente tiene miedo incluso de ir al supermercado”, relata. Las protestas contra estas redadas, que comenzaron en Los Ángeles, se han replicado en otras ciudades, algunas con enfrentamientos violentos con la policía.
Hijos de migrantes alzan la voz
El enojo también se ha extendido a las nuevas generaciones. Hijos de migrantes con ciudadanía estadounidense ven el accionar del gobierno como un ataque directo a sus familias. “Trump está sembrando miedo y división. Muchos jóvenes están saliendo a protestar. Esto no se trata solo de política, es algo humano”, expresa Pilar.
Mientras tanto, las acciones del gobierno mexicano, como el programa “México te abraza”, parecen no alcanzar. Norma asegura que los consulados no están brindando el apoyo necesario: “Dicen que ayudan, pero en realidad uno está solo. Aquí no se sienten las promesas”.
¿Qué pueden hacer los migrantes?
La activista Eunice Rendón recomienda mantener la calma, evitar delitos incluso menores y tener un plan de emergencia. “Tener documentos listos, saber a quién llamar y conocer tus derechos puede marcar la diferencia”, explicó.
Además, Rendón advierte que ICE está usando métodos para evitar procesos legales adecuados, como detenciones sin orden judicial y deportaciones exprés. Subraya que aunque protestar es válido, debe hacerse de manera pacífica y sin exponerse innecesariamente.
El futuro es incierto, pero la resistencia continúa
Para muchos migrantes como Norma y Pilar, volver a México no es opción. A pesar del miedo, mantienen su determinación de seguir luchando por sus familias y su derecho a una vida digna en Estados Unidos. “No me voy a rendir. Mis hijos nacieron aquí y aquí vamos a quedarnos. Hasta donde podamos resistir”, afirma Norma con voz firme.
La situación sigue siendo crítica. Mientras Trump refuerza su política migratoria con mano dura y despliegue militar, miles de familias latinas viven cada día con miedo a ser separadas.