Subscribe to our YouTube channel
El peso mexicano ha sido una de las monedas emergentes con mejor desempeño durante 2025, ofreciendo rendimientos atractivos a inversionistas internacionales. Sin embargo, Bank of America (BofA) advierte que dos factores clave podrían debilitar a la divisa en los próximos meses: la caída en el flujo de remesas y la reducción en las tasas de interés del Banco de México (Banxico).
La importancia de las remesas en la economía mexicana
Las remesas representan una de las principales fuentes de ingreso para millones de familias mexicanas, particularmente en comunidades con menor acceso a oportunidades económicas. En 2024, México recibió un récord de 64,700 millones de dólares. Sin embargo, en lo que va de 2025, la cifra ha disminuido alrededor de 5%, alcanzando su nivel más bajo en tres años.
La presidenta Claudia Sheinbaum reconoció que la reducción está relacionada con la política migratoria más estricta de Estados Unidos bajo el gobierno de Donald Trump, lo que ha limitado la capacidad de los migrantes para enviar dinero a México. Según BBVA, la tendencia apunta a un retroceso anual cercano al 5.8% para finales de este año.
Esta baja no es un simple dato: implica menos dólares entrando al país, lo que reduce la oferta de divisas en el mercado cambiario. Al haber menos dólares disponibles, el peso se vuelve más vulnerable a episodios de volatilidad.
Tasas de interés más bajas, atractivo reducido
El segundo factor que inquieta a los analistas es el ciclo de recortes de tasas de Banxico. Después de varios ajustes en 2024, el banco central ha continuado con su estrategia de flexibilización, y se prevé que reduzca la tasa de referencia hasta un rango de 7.25% – 7.5% a finales de 2025.
Aunque estas medidas buscan estimular el crédito y la inversión interna, también disminuyen el atractivo del peso para los inversionistas extranjeros. Con tasas más bajas, los rendimientos que obtienen los fondos internacionales al invertir en instrumentos mexicanos pierden competitividad frente a otras opciones.
El pronóstico de Bank of America
Carlos Capistrán, director de investigación económica de BofA para América Latina y Canadá, subrayó que la combinación de menores remesas y menores tasas generará presiones sobre el peso mexicano. Según sus estimaciones, la moneda podría cerrar el año en 19.50 pesos por dólar, una depreciación de alrededor del 4.5% respecto a su nivel actual.
Aunque el debilitamiento del dólar ha sido un factor que favoreció a la moneda mexicana en 2025, este soporte podría no ser suficiente para contrarrestar los efectos internos de la caída en ingresos por remesas y el menor diferencial de tasas.
Optimismo desde el gobierno
Pese a este panorama, la administración de Claudia Sheinbaum mantiene un tono optimista. Desde Palacio Nacional se asegura que los indicadores macroeconómicos siguen estables, con inflación contenida y un aumento en la inversión pública. Además, confían en que la generación de empleo formal y los programas sociales amortiguarán el impacto negativo en los hogares.
Sin embargo, especialistas advierten que la realidad es más compleja: el peso seguirá expuesto a la dinámica de las remesas y a la política monetaria, dos factores externos a la voluntad del gobierno.