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En un giro inesperado, Nvidia (NVDA), considerada la joya de la inteligencia artificial en la industria tecnológica, ha recibido una calificación de «venta» por parte de Seaport Global Securities. Esta decisión contrasta con la opinión de la mayoría de los analistas de Wall Street, quienes han respaldado fuertemente a la empresa durante el auge de la IA.
📉 ¿Qué motivó esta advertencia?
El analista Jay Goldberg, de Seaport, argumenta que los beneficios de la inteligencia artificial ya están completamente reflejados en el precio actual de las acciones:
“Los mayores clientes de Nvidia están diseñando sus propios chips. Es probable que los presupuestos en IA se desaceleren en 2026.”
Además, Goldberg estima un precio objetivo de $100 USD, el más bajo del mercado en comparación con el promedio de analistas, que se sitúa en torno a los $162. Actualmente, Nvidia cotiza cerca de los $106, lo que deja poco margen de caída, pero aún así refleja una fuerte advertencia sobre el valor actual del activo.
📊 ¿Qué está pasando con Nvidia?
Pese a liderar el mercado de chips para inteligencia artificial, Nvidia ha caído más del 20% en lo que va del año, superando las pérdidas del índice de semiconductores de Filadelfia, que ha retrocedido un 17%. Esta semana, los resultados preliminares decepcionantes de Super Micro Computer Inc., otro favorito de la IA, también afectaron el ánimo de los inversionistas.
A todo esto se suman señales de alerta desde los propios gigantes tecnológicos. Se rumorea que Microsoft, Amazon, y Google están pausando proyectos clave relacionados con centros de datos, lo que sugiere una posible desaceleración en el gasto de infraestructura de IA.
🤖 ¿Una pausa o el fin del rally de la IA?
Durante años, Nvidia ha sido sinónimo de avances en inteligencia artificial. Más del 88% de los analistas aún mantienen una calificación de «compra» sobre sus acciones. Sin embargo, el creciente costo de mantener el liderazgo, sumado a la intención de sus principales clientes de desarrollar chips personalizados, podría marcar el inicio de una nueva etapa más racional en las valoraciones del sector.
El mercado está comenzando a preguntarse si los miles de millones invertidos en infraestructura de IA realmente generarán un retorno sostenible en el mediano plazo. A corto plazo, el entusiasmo puede estar enfriándose, y la postura de Seaport podría anticipar una tendencia más conservadora entre los inversionistas.
