Subscribe to our YouTube channel
Hace dos décadas, el Banco de México sorprendió a América Latina con la creación del SPEI, un sistema de pagos electrónicos en tiempo real que se convirtió en referente regional. Con el paso del tiempo llegaron iniciativas como CoDi (2019) y DiMo (2024). Sin embargo, ocho de cada diez transacciones que realizamos los mexicanos siguen haciéndose en efectivo.
Mientras tanto, Brasil conquistó el podio de la digitalización con Pix, un sistema que, en menos de cuatro años, se ha convertido en el método de pago favorito de más de 150 millones de brasileños. Hoy, un boleto de autobús o un café callejero en São Paulo se pagan con Pix, mientras que en la CDMX persiste la fila para usar el cajero o el corresponsal bancario.
1. Regulación asertiva vs. voluntarismo
- Banco Central de Brasil obligó en 2020 a TODOS los bancos, fintech y cooperativas de crédito a integrar Pix.
- En México la adopción de CoDi/DiMo es optativa y depende de cada institución; la consecuencia: ritmos dispares y nula masa crítica.
2. Bancarización previa
- Cuando debutó Pix, 87 % de los brasileños adultos ya tenía una cuenta bancaria.
- En México, la bancarización apenas llega a 49 %. Muchos adultos siguen sin una tarjeta de débito ni una app bancaria.
3. Santo grial: experiencia de usuario
Pix se registra en segundos con el número de teléfono o el RFC brasileño (CPF) y se integra a WhatsApp, la red social más usada en el país. CoDi y DiMo requieren pasos adicionales y, a menudo, apps poco amigables.
4. Voluntad de la banca tradicional
- En Brasil, los grandes bancos (Itaú, Bradesco, Santander, Banco do Brasil) vieron a Pix como un catalizador de nuevos productos crediticios.
- En México, varios bancos todavía sienten que CoDi podría canibalizar sus ingresos por comisiones.
5. Informalidad y mito del efectivo
La informalidad no es excusa:
- Argentina (con un nivel de informalidad similar al mexicano) alcanzó 99 % de adultos bancarizados gracias a billeteras digitales como Mercado Pago y a una ley que agilizó los pagos con código QR interoperable.
- En México, más del 80 % de los pagos de servicios (luz, agua, recargas) se concentran en tiendas de conveniencia.
6. Impacto económico
- Sin acceso a pagos digitales, millones de mexicanos quedan fuera del crédito formal.
- Según S&P Global, el crédito al consumo en México equivale apenas al 17 % del PIB, muy por debajo de Brasil (33 %).
¿Qué debería cambiar?
- Mandato regulatorio claro: Obligar a cada banco y fintech a ofrecer un alias de pago interoperable (tipo Pix).
- Incentivos fiscales para comercios que acepten pagos electrónicos.
- Alianzas con big tech: integrar CoDi/DiMo en WhatsApp, Facebook e Instagram.
- Educación financiera masiva: pagos digitales como puerta de entrada al microcrédito formal.
Si México aspira a liderar nearshoring y comercio digital, necesita transformar la manera en que paga su población. El efectivo es cómodo, pero limita nuestro potencial de crecimiento.