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El ministro de Economía de México, Marcelo Ebrard, anunció este martes que los automóviles ensamblados en territorio mexicano y exportados a Estados Unidos enfrentarán un arancel promedio del 15%, en lugar del 25% previamente temido por la industria automotriz.
Este anuncio llega en un momento clave para las relaciones comerciales entre ambos países, luego de semanas de tensión e incertidumbre provocadas por las nuevas políticas arancelarias implementadas por la administración del presidente estadounidense Donald Trump. Aunque la Casa Blanca impuso un arancel base del 25% a la importación de automóviles, Ebrard explicó que México accedió a una serie de condiciones y descuentos aplicables a productos de origen nacional que permiten reducir la carga impositiva efectiva.
Esta noticia brinda cierto alivio a una de las industrias más relevantes para la economía mexicana. El sector automotor representa cerca del 4% del Producto Interno Bruto del país y es responsable de más del 20% de sus exportaciones totales. Las plantas de ensamblaje mexicanas, muchas de ellas operadas por gigantes globales como General Motors, Ford, Volkswagen, Nissan y Toyota, tienen una alta dependencia del mercado estadounidense.
Impacto sectorial y negociaciones
El ajuste en el arancel efectivo se produce después de semanas de diálogo técnico entre los equipos de comercio exterior de ambos países. Si bien el gobierno mexicano ha evitado confirmar los términos detallados del acuerdo, se presume que involucra concesiones bilaterales en sectores estratégicos como autopartes, acero y producción energética.
Por su parte, la industria automotriz mexicana ya había encendido las alarmas, advirtiendo que un arancel del 25% tendría efectos devastadores para la competitividad regional, encareciendo los vehículos y afectando directamente al empleo y a las cadenas de suministro binacionales. El hecho de que la tasa efectiva sea considerablemente menor permite preservar parte de la ventaja comparativa que ha posicionado a México como uno de los principales exportadores de automóviles en el mundo.
Panorama regional y reacción internacional
Cabe destacar que México no es el único país afectado por los nuevos aranceles estadounidenses. Japón, Corea del Sur y Alemania también enfrentan presiones similares. En el caso de Japón, por ejemplo, los automóviles exportados a Estados Unidos verán aranceles del 24% si no se alcanza un acuerdo antes de julio. Corea del Sur, por su parte, ha prometido apoyos a su industria biotecnológica y automotriz ante el impacto de estas medidas.
En este contexto, México intenta mantener una postura de equilibrio: evitar un conflicto comercial directo con su principal socio comercial, mientras protege su aparato productivo y sostiene las inversiones extranjeras en el sector.
Conclusión
La reducción del arancel promedio al 15% representa una victoria parcial para México, pero no elimina los riesgos ni las tensiones. Las negociaciones continúan y el panorama puede cambiar rápidamente si Estados Unidos decide escalar nuevas medidas proteccionistas. La industria automotriz, los analistas y los consumidores seguirán atentos a la evolución de esta disputa comercial que tiene implicancias regionales y globales.
