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Meta, la empresa matriz de Facebook, ha retrasado el esperado lanzamiento de su modelo de inteligencia artificial de nueva generación, conocido internamente como “Behemoth”. Según un informe del Wall Street Journal publicado el jueves 15 de mayo, el modelo —una versión avanzada del sistema Llama 4— debía haber sido presentado en abril durante el evento LlamaCon, pero ha sido pospuesto indefinidamente.
El motivo principal de la demora, según el informe, radica en preocupaciones internas sobre si el nuevo modelo representa avances suficientemente significativos frente a sus predecesores. Esta incertidumbre ha generado frustración entre los altos ejecutivos de Meta, quienes ahora evalúan posibles cambios en la dirección del equipo encargado del desarrollo de productos de inteligencia artificial.
La compañía, que aún no ha emitido un comunicado oficial al respecto ni ha definido una nueva fecha de lanzamiento, había centrado grandes expectativas en Behemoth como una pieza clave en su estrategia de liderazgo en el competitivo sector de la IA generativa.
El retraso ocurre en un contexto en el que Meta planea realizar importantes inversiones de capital, entre 64.000 y 72.000 millones de dólares en 2025, con el objetivo de ampliar sus capacidades de infraestructura tecnológica, sobre todo en lo que respecta al entrenamiento y despliegue de modelos de IA de gran escala.
Este revés, sin embargo, ha tenido repercusiones inmediatas en los mercados. Las acciones de Meta cayeron aproximadamente un 2% tras conocerse la noticia, aunque en lo que va de 2025 la compañía aún mantiene un rendimiento positivo del 10%.
El modelo Llama 4, al que pertenece la versión Behemoth, es parte de la apuesta de Meta por competir con gigantes como OpenAI, Google y Anthropic en el desarrollo de modelos de lenguaje de última generación. Sin embargo, el proceso ha evidenciado que la carrera por la IA no solo implica avances tecnológicos, sino también gestión estratégica y cohesión interna.
El retraso genera dudas sobre la capacidad de Meta para sostener el ritmo de innovación frente a sus competidores directos, muchos de los cuales han acelerado la entrega de sus propios modelos avanzados en los últimos meses.
La comunidad tecnológica también esperaba con interés el debut de Behemoth, no solo por su potencial técnico, sino también por las herramientas que Meta prometía ofrecer a los desarrolladores en el ecosistema de Llama, abriendo nuevas posibilidades en la creación de aplicaciones impulsadas por IA.
El futuro de Behemoth ahora está en suspenso, y los ojos están puestos en la dirección que tomará Meta para retomar la confianza, tanto de sus desarrolladores como de sus inversores.
