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Empresas de todo el mundo se paralizaron el viernes después de que un problema con el software de la firma de ciberseguridad CrowdStrike (CRWD) afectara los sistemas informáticos que ejecutan la plataforma Windows de Microsoft (MSFT).
El problema, que el CEO de CrowdStrike, George Kurtz, atribuyó a «un defecto encontrado en una sola actualización de contenido para hosts de Microsoft Windows,» afectó a todo, desde aerolíneas hasta cadenas de supermercados y sistemas de servicios de emergencia en Alaska.
Las acciones de CrowdStrike se desplomaron en el comercio previo a la apertura del mercado, cayendo más del 12% con la noticia. Las acciones de Microsoft cayeron más del 1%. CrowdStrike proporciona capacidades de ciberseguridad para clientes empresariales en todo el mundo.
«Hoy, CrowdStrike se convierte en un nombre conocido, pero no de una manera positiva. Si bien la interrupción tomará tiempo para calmarse, no cambiará la visión positiva a largo plazo de CrowdStrike o del sector de ciberseguridad,» escribió el analista de Wedbush, Dan Ives, en una nota a los clientes el viernes.
«En pocas palabras, esto es una pesadilla de relaciones públicas para CrowdStrike y Microsoft y otros se ven atrapados en este tornado junto con millones de personas actualmente varadas en aeropuertos de todo el mundo,» agregó.
El impacto generalizado de la interrupción apunta a la creciente ubicuidad de CrowdStrike en varios mercados e instituciones. Según la firma de ciberseguridad, más del 50% de las empresas Fortune 500 utilizan actualmente su software, incluyendo 8 de las 10 principales instituciones financieras y unos 43 estados de EE.UU.
«Sentimos profundamente el impacto que hemos causado a los clientes, a los viajeros, a cualquiera que haya sido afectado por esto, incluida nuestra compañía,» dijo Kurtz durante una entrevista en The Today Show el viernes. Dijo que se estaba implementando una solución para abordar la falla y volver a poner en funcionamiento las computadoras.
Pero el daño ya estaba hecho.
La Autoridad Portuaria de Nueva York y Nueva Jersey, por ejemplo, advirtió a los clientes que no viajaran a los aeropuertos de la zona a menos que tuvieran confirmación de que sus vuelos aún estaban programados para partir, ya que las aerolíneas se vieron obligadas a dejar en tierra los aviones debido a la interrupción. En Alaska, los centros de llamadas de emergencia y no emergencia dejaron de funcionar. Sky News en el Reino Unido no pudo transmitir noticias en vivo, mientras que los banqueros de firmas como JPMorgan no pudieron iniciar sesión en sus sistemas.
