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El Partido Republicano acaba de aprobar en la Cámara de Representantes un ambicioso paquete legislativo apodado por el propio expresidente Donald Trump como “la gran y hermosa ley” («One Big Beautiful Bill»). Esta reforma fiscal incluye una serie de exenciones diseñadas para favorecer a votantes de clase trabajadora y jubilados, y aunque muchos expertos cuestionan su efectividad económica, lo cierto es que podría transformar el panorama fiscal en Estados Unidos… al menos hasta 2028.
Las cuatro medidas más destacadas —y también más controvertidas— incluyen: la eliminación de impuestos sobre propinas y horas extra, una nueva deducción para adultos mayores, y la posibilidad de deducir intereses de ciertos préstamos para vehículos. Estas exenciones podrían costar más de 290 mil millones de dólares y, aunque expiran después de 2028, podrían hacerse permanentes.
A continuación, desglosamos cada una de estas medidas:
1. Exención de impuestos sobre propinas
Los trabajadores de sectores como la hostelería dejarían de pagar impuestos federales sobre las propinas que reciben. Aunque seguirían contribuyendo al Seguro Social y Medicare, esta medida promete alivio para miles de empleados.
¿Qué dicen los expertos?
Critican que introduce desigualdades dentro del mismo entorno laboral. Por ejemplo, un mesero estaría exento de impuestos sobre propinas, mientras que un cocinero con el mismo salario seguiría pagando impuestos completos.
Además, algunos temen abusos por parte de trabajadores con altos ingresos que intenten “disfrazar” su salario como propina. Para evitar esto, el Tesoro deberá definir qué profesiones califican para la exención.
2. Exención parcial de impuestos sobre horas extra
Los trabajadores por hora ya no pagarían impuestos sobre el 50% adicional que reciben por horas extra. Es decir, el “medio tiempo extra” de la paga no se consideraría ingreso tributable.
¿Cuál es el problema?
Aunque parece una medida equitativa, también podría crear distorsiones entre empleados con ingresos similares que no califican. La medida excluye a quienes ganen más de 160,000 dólares anuales.
3. Deducción por intereses en préstamos de vehículos
Las personas que financien la compra de un auto (o incluso un vehículo recreacional como un ATV o casa rodante) podrían deducir hasta 10,000 dólares al año en intereses del préstamo. Esta deducción aplicaría tanto a quienes detallan como a quienes toman la deducción estándar. Pero hay una condición: el vehículo debe haber sido ensamblado en Estados Unidos.
Una deducción inesperada
La inclusión de vehículos recreativos sorprendió a muchos, ya que no se consideran compras esenciales. Críticos ven esta deducción como un beneficio regresivo orientado a zonas rurales o segmentos específicos de votantes.
4. “Bono senior” para mayores de 65 años
Se crea una deducción adicional de 4,000 dólares (8,000 para parejas) para contribuyentes de 65 años o más. Está disponible incluso para quienes detallan sus deducciones, y empieza a reducirse para quienes ganan más de 75,000 dólares (150,000 en pareja).
¿Por qué se incluye?
Esta medida busca reemplazar la promesa de campaña de Trump de eliminar impuestos sobre el Seguro Social, algo que no puede realizarse bajo el proceso de reconciliación presupuestaria.
Conclusión:
Este paquete fiscal puede significar alivio para millones, pero también profundiza la complejidad del sistema tributario estadounidense. Y mientras los expertos alertan sobre su alto costo y efectos distorsivos, el debate pasará ahora al Senado, donde podrían introducirse cambios significativos.