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La economía mexicana recibió un nuevo golpe en abril de 2025. De acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), la inversión fija bruta cayó 12.5% a tasa anual, encadenando ocho meses consecutivos de retroceso, una señal preocupante que refleja la persistente incertidumbre económica, tanto interna como externa.
Este desplome responde principalmente a dos factores: una contracción del 9.2% en el sector de la construcción y una caída del 16% en la inversión en maquinaria y equipo, dos pilares fundamentales del aparato productivo nacional.
Inversión privada y pública también retroceden
Los datos del Inegi también revelan que la inversión privada cayó un 11.9% interanual, mientras que la inversión pública se desplomó un 17.8%, reflejo de la cautela tanto del sector empresarial como del gobierno, en medio de un panorama marcado por la incertidumbre comercial con Estados Unidos y los ajustes fiscales de la nueva administración de Trump.
En términos mensuales, la inversión fija descendió un 1.7% en comparación con marzo, con retrocesos del 2.2% en maquinaria y equipo y del 1.1% en construcción, según cifras desestacionalizadas.
¿Qué significa esto para la economía mexicana?
La inversión fija bruta es uno de los indicadores clave para entender la salud futura de la economía de un país, ya que se refiere a los recursos destinados a infraestructura, equipo y otros bienes duraderos necesarios para la producción. Su retroceso constante puede derivar en una desaceleración más marcada del crecimiento económico, afectando el empleo, la productividad y el desarrollo tecnológico.
México venía de cifras más alentadoras en años anteriores: un crecimiento del 19.7% en 2023, impulsado por el auge del nearshoring, y un alza del 3.4% en 2024. Sin embargo, el contexto ha cambiado rápidamente en 2025.
Incertidumbre comercial y política afectan decisiones de inversión
La caída de la inversión no puede analizarse sin considerar el entorno político y comercial. La reciente aprobación del paquete fiscal de Donald Trump en Estados Unidos ha generado inquietud entre los inversionistas, especialmente por los posibles efectos sobre las cadenas de suministro y las relaciones comerciales bilaterales.
Además, la falta de claridad en políticas internas mexicanas, junto con un entorno de menor crecimiento global, ha hecho que muchas empresas opten por postergar sus proyectos de inversión o redirigirlos hacia países con mayor estabilidad regulatoria.
¿Puede revertirse esta tendencia?
Para revertir esta tendencia, economistas coinciden en que es urgente generar certidumbre jurídica y reglas claras para la inversión, además de reactivar proyectos de infraestructura estratégica y fortalecer el vínculo con los mercados internacionales.
Mientras tanto, la economía mexicana se enfrenta a un gran reto: recuperar la confianza de los inversionistas y reactivar el motor de crecimiento que representa la inversión fija.