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La inflación es una de las preocupaciones principales para los votantes en las elecciones de 2024. Desde que el presidente Joe Biden asumió el cargo, la tasa anual de inflación ha llegado a un pico del 9% en 2022, y aunque ha bajado a un 2.4% en 2024, los precios han subido un total acumulado del 20% durante su presidencia, mientras que los ingresos solo han subido un 18.1%.
Este aumento acumulado de los precios, aunque moderado recientemente, ha dejado a los trabajadores ligeramente rezagados, y eso está generando divisiones entre quienes consideran que la economía estaba mejor bajo el mandato de Donald Trump y quienes creen que las políticas actuales estabilizan el futuro económico del país.
¿Por qué la inflación es tan importante para los votantes?
Al observar los números de la presidencia de Trump en su cuarto año en comparación con los de Biden, encontramos una diferencia notable: mientras que los precios habían aumentado un 7.6% en el mismo periodo bajo Trump, los ingresos subieron un 13.5%, lo que significaba que los trabajadores se sentían en ventaja. Esta situación es uno de los motivos por los cuales ciertos votantes piensan que la economía estaba mejor bajo Trump.
Pero, ¿es realmente tan sencillo? La economía actual de Estados Unidos está en una situación estable, con una tasa de inflación moderada y un índice de desempleo bajo. Sin embargo, los efectos de una inflación elevada durante los últimos años siguen presentes en la mente de muchos, y esto podría influir en el resultado de las elecciones.
Dos formas de ver la inflación y su efecto en las elecciones
El modelo de predicción de elecciones de Oxford Economics toma en cuenta la inflación y cómo esta percepción afecta la decisión de los votantes en estados clave. Existen dos enfoques para entender el impacto de la inflación:
- Modelo de «shock por precios»: En este modelo, los votantes sienten el «shock» acumulado de los últimos tres años de aumento en los precios, lo que inclina su voto hacia un cambio. De acuerdo con este modelo, Trump ganaría seis de los siete estados clave —Georgia, Carolina del Norte, Pensilvania, Wisconsin, Arizona y Nevada— mientras que Harris solo ganaría en Míchigan, dándole a Trump la victoria con 297 votos electorales.
- Modelo de «índice de miseria»: Este índice, que suma las tasas de inflación y desempleo, indica un panorama económico más positivo para los votantes. El índice de miseria actual es de 6.5, lo cual es bajo en comparación con el promedio histórico de 9.2 desde 1948 y 8.3 desde el 2000. En este caso, la economía actual supera ligeramente a la de Trump en un mes previo a las elecciones, lo que favorecería a Harris.
¿Cómo influirá en el voto final?
La decisión de los votantes en estos estados clave podría depender de si perciben que la inflación se ha vuelto manejable o si sienten que el aumento de precios durante los últimos años ha hecho que el costo de vida sea inalcanzable. Para algunos, los esfuerzos de estabilización económica de la administración actual podrían ser suficientes; para otros, la experiencia previa de precios más bajos y mayores ingresos bajo Trump podría ser un factor decisivo.
Este «test de Rorschach» económico en el que cada votante interpreta los datos de inflación y estabilidad económica según su experiencia personal es lo que podría definir el próximo presidente de los Estados Unidos. ¿Estarán los votantes dispuestos a seguir adelante con las políticas actuales o buscarán un cambio ante la percepción de una economía menos favorable?
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