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La automotriz surcoreana Hyundai Motor Company está considerando un aumento del 1% en los precios de todos sus vehículos en Estados Unidos como respuesta a los aranceles impuestos por el presidente Donald Trump. Así lo informó Bloomberg News este jueves, citando fuentes cercanas a la compañía.
Este posible incremento se aplicaría exclusivamente a los modelos que sean fabricados y distribuidos a partir de la próxima semana. Los vehículos que ya se encuentran en los concesionarios no se verían afectados. Según el informe, Hyundai también planea aumentar otros cargos, como los costos de envío y accesorios opcionales —por ejemplo, tapetes y barras de techo—, lo que permitiría evitar una subida más pronunciada en los precios base.
Un escenario complejo para la industria automotriz
La industria automotriz global ha enfrentado un panorama desafiante en 2025. Las medidas proteccionistas implementadas por la administración Trump han encarecido la cadena de suministros y generado incertidumbre en el comercio internacional. Hyundai, como otras fabricantes extranjeras, ha tenido que adaptarse rápidamente para minimizar el impacto de estos cambios.
En un intento por mitigar los efectos de los nuevos aranceles, Hyundai ya había trasladado parte de la producción de sus populares SUV Tucson desde México hacia Estados Unidos. Además, formó un equipo especializado para diseñar estrategias que amortigüen las repercusiones económicas de las políticas comerciales actuales.
Impacto para el consumidor estadounidense
Aunque el aumento del 1% puede parecer moderado, representa una presión adicional para los consumidores en un contexto económico incierto. La preocupación por una posible recesión ha hecho que muchos compradores ajusten sus presupuestos, lo que podría afectar la demanda de vehículos nuevos en los próximos meses.
Además del alza en el precio base, los cargos adicionales en componentes opcionales podrían influir en la decisión de compra, sobre todo en modelos altamente personalizables. La estrategia de Hyundai busca repartir el incremento de costos de manera menos visible, evitando afectar directamente el atractivo inicial de sus vehículos.
Perspectivas a mediano plazo
Hyundai ha demostrado una notable capacidad de respuesta frente a las tensiones comerciales. Su apuesta por la producción nacional en EE.UU. y la reestructuración de costos podría fortalecer su posición competitiva. No obstante, si las tarifas se mantienen o se intensifican, otras automotrices podrían verse obligadas a seguir el mismo camino, generando una nueva ola de aumentos de precios en el sector.
Por ahora, la compañía no ha emitido un comunicado oficial confirmando los incrementos. Sin embargo, el solo hecho de considerar esta medida revela la magnitud del impacto económico que las decisiones políticas pueden tener sobre el mercado automotor.