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El sector comercio encabezó la lista con un incremento interanual del 2.8% en empleos formales, seguido por el sector eléctrico con 1.8%, y transportes y comunicaciones con 1.4%. Estas cifras reflejan el dinamismo de ciertos sectores estratégicos, impulsados por el consumo interno, la digitalización y la transición energética.
A nivel geográfico, los estados que lideraron la creación de empleo fueron:
- Hidalgo
- Estado de México
- Colima
- Aguascalientes
Todos registraron aumentos anuales superiores al 2.5%, lo que indica una concentración del dinamismo laboral en regiones con políticas de atracción de inversiones, infraestructura industrial o programas de empleo estatal.
¿Por qué hubo una caída en mayo?
Pese a la tendencia positiva acumulada, en mayo de 2025 se registró una reducción de 45,624 empleos formales, una caída atribuida a factores estacionales. En particular, el sector agropecuario —altamente dependiente del ciclo agrícola— muestra históricamente pérdidas de empleos durante este mes, por lo que el fenómeno no es inusual.
Este tipo de retroceso estacional suele compensarse en los siguientes trimestres, pero también visibiliza la vulnerabilidad de ciertas regiones y sectores ante los ritmos de la economía rural.
¿Cómo evolucionaron los salarios?
El salario base de cotización promedio en el IMSS se situó en 629.9 pesos diarios, lo que representa un incremento nominal del 7.6% interanual. Este dato convierte a mayo de 2025 en el sexto mes de mayo con el salario más alto en 23 años.
Desde enero de 2019, los salarios base de cotización han mantenido incrementos anuales iguales o superiores al 6%, lo que refleja el impacto combinado de la política de aumento al salario mínimo y la presión inflacionaria.
¿Qué pasa con el empleo informal?
Aunque los datos del IMSS son relevantes como termómetro del empleo formal, no ofrecen una imagen completa. Según cifras del INEGI, aproximadamente el 55% de la fuerza laboral en México trabaja en la informalidad, es decir, sin acceso a seguridad social ni derechos laborales plenos.
Además, la tasa de desempleo se mantiene baja, en 2.5%, cerca de su mínimo histórico. Esto podría interpretarse como un signo de fortaleza, aunque también puede estar relacionado con fenómenos como la precariedad laboral, el subempleo o la migración.
Reflexión final
Si bien el aumento del 0.1% en el empleo formal durante los primeros cinco meses del año parece modesto, también refleja resistencia en un contexto económico incierto. Los sectores comercio, electricidad y transporte muestran señales de dinamismo, mientras que el avance del salario base apunta a una mejora relativa en el poder adquisitivo.
No obstante, el desafío de fondo sigue siendo la informalidad, una deuda histórica del sistema laboral mexicano. Si no se avanza hacia una integración más equitativa y sostenida de los trabajadores informales al sistema formal, los beneficios del crecimiento económico seguirán siendo desiguales.