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El mercado bursátil estadounidense cerró con fuerza este martes, con un marcado liderazgo del sector tecnológico, gracias a señales de desaceleración inflacionaria y un renovado optimismo por la tregua comercial entre EE. UU. y China.
El S&P 500 subió un 0.7%, logrando borrar todas sus pérdidas acumuladas en 2025 y entrando nuevamente en terreno positivo. Este repunte se produce apenas un mes después de que el índice alcanzara sus niveles más bajos del año, tras la turbulencia provocada por los anuncios arancelarios del expresidente Donald Trump.
Por su parte, el Nasdaq Composite, con fuerte peso tecnológico, subió 1.8%, consolidando su entrada en un nuevo mercado alcista (bull market) que comenzó en la sesión anterior.
La gran estrella del día fue Nvidia (NVDA), que subió casi un 6% y superó nuevamente una capitalización de mercado de $3 billones, reafirmando su posición como líder en el segmento de chips para inteligencia artificial. La buena racha también alcanzó a otras empresas del grupo Magnificent Seven, como Tesla (+5%) y Meta (+3%), que se beneficiaron del entorno favorable para el sector tech.
Inflación a la baja y expectativas de tasas
Uno de los catalizadores clave del día fue el informe del Índice de Precios al Consumidor (CPI) de abril, que mostró el ritmo más lento de inflación anual desde 2021. Este dato ayudó a calmar los temores sobre nuevas subidas de precios derivadas de los cambios en los aranceles, lo que reforzó el apetito por activos de riesgo.
Los mercados financieros ya comienzan a especular con una posible bajada de tasas de interés de 0.25% para septiembre, posponiendo así las expectativas anteriores que apuntaban a junio. En paralelo, el rendimiento del bono del Tesoro a 10 años subió hasta el 4.5%, su nivel más alto en más de un mes.
No todo fue positivo: caída del Dow Jones
A pesar del buen momento del S&P 500 y el Nasdaq, el Dow Jones retrocedió 0.6%, arrastrado por una fuerte caída del 18% en las acciones de UnitedHealth (UNH). La baja se produjo tras el anuncio de la salida inmediata de su CEO, Andrew Witty, y la suspensión de sus proyecciones para 2025, lo cual generó incertidumbre entre los inversionistas.
En el sector automotriz, Honda se sumó a la lista de empresas que alertan sobre el impacto de los aranceles. La automotriz japonesa anticipó un golpe de $3 mil millones en sus beneficios anuales, reflejando las consecuencias de los nuevos impuestos a las importaciones de vehículos.