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El comercio internacional atraviesa una etapa crítica. Tensiones arancelarias, disputas geopolíticas y una creciente desconfianza entre socios estratégicos han puesto a prueba al sistema multilateral. Sin embargo, un nuevo informe de la Organización Mundial del Comercio (OMC) ofrece un rayo de esperanza: la Inteligencia Artificial (IA) podría convertirse en el motor que impulse los flujos globales de bienes y servicios hacia 2040, con un aumento proyectado del 40%.
El contexto: un comercio bajo presión
En la presentación del Informe Mundial sobre el Comercio 2025, Johanna Hill, directora general adjunta de la OMC, reconoció que el sistema multilateral enfrenta su momento más delicado en décadas. Las medidas unilaterales —como los aranceles impuestos por grandes potencias— y los choques derivados de conflictos geopolíticos están debilitando la confianza.
Pese a ello, Hill subrayó que tres cuartas partes del comercio global aún se rigen por reglas de la OMC, lo que constituye una base sólida para encarar los retos actuales.
La IA como palanca del comercio
El documento se centra en el impacto de la Inteligencia Artificial. La OMC sostiene que la IA no solo puede reducir costos y aumentar productividad, sino también abrir el acceso a mercados internacionales para empresas que tradicionalmente han quedado fuera del radar global.
- Se estima que el uso masivo de IA puede elevar en 40% los flujos transfronterizos para 2040, en un hallazgo denominado “40 por 40”.
- Según una encuesta conjunta con la Cámara de Comercio Internacional, 9 de cada 10 empresas que ya emplean IA reportan beneficios comerciales concretos.
- Las micro, pequeñas y medianas empresas son incluso más optimistas que las grandes corporaciones, al considerar que la IA les permitirá competir en igualdad de condiciones en el mercado internacional.
Los bienes habilitadores: minerales y semiconductores
El comercio de bienes habilitadores de IA —como semiconductores y minerales críticos— alcanzó los 2.3 billones de dólares en 2023. Estas materias primas son indispensables para el desarrollo tecnológico y se han convertido en el centro de la competencia global.
Para la OMC, garantizar el acceso a esta infraestructura será vital para que los países en desarrollo reduzcan la brecha digital y participen de manera equitativa en la economía digital.
Brechas y desigualdades
El informe advierte que los beneficios de la IA no están garantizados. La falta de infraestructura digital, educación y capacitación puede profundizar las desigualdades entre países desarrollados y en desarrollo.
- Si los países de ingreso bajo logran cerrar la mitad de la brecha tecnológica, podrían aumentar sus ingresos en 15% hacia 2040.
- De no hacerlo, ese crecimiento quedaría limitado a solo 8%, ampliando la brecha con las economías avanzadas.
Herramientas de política y regulación
La OMC enfatiza que acuerdos como el ITA (Tecnología de la Información), el GATS (Servicios), el TBT (Obstáculos Técnicos al Comercio) y el TRIPS (Propiedad Intelectual) ya ofrecen un marco que facilita el despliegue de la IA.
Además, el organismo presentó un nuevo Índice de Apertura de Políticas de IA, que mide las barreras en tres áreas críticas:
- Comercio de servicios.
- Bienes habilitadores.
- Flujos transfronterizos de datos.
Con este instrumento, se busca dar a los gobiernos herramientas prácticas para diseñar políticas que aseguren un crecimiento inclusivo.
El llamado de la OMC: actuar ahora
Hill cerró la presentación con una advertencia clara: “No podemos esperar”. La velocidad de la revolución tecnológica obliga a que los gobiernos definan reglas claras y cooperen en la construcción de un comercio global más inclusivo y resiliente.
En medio de la incertidumbre, la Inteligencia Artificial se perfila no solo como una herramienta de innovación, sino también como un catalizador para el renacimiento del comercio internacional.