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En un contexto global marcado por tensiones comerciales, políticas proteccionistas y un impulso renovado hacia la autosuficiencia tecnológica, Jensen Huang, CEO de Nvidia, ha salido públicamente a respaldar las políticas de reindustrialización del presidente de Estados Unidos, Donald Trump. En declaraciones ofrecidas durante un evento en Norrköping, Suecia —donde fue galardonado con un doctorado honorífico por la Universidad de Linköping—, Huang describió las estrategias de Trump como «visionarias», subrayando su enfoque en el fortalecimiento de la cadena de suministro y el liderazgo tecnológico estadounidense.
Nvidia apuesta por la IA en Suecia con nuevos aliados
El elogio no vino solo. Huang anunció un acuerdo clave entre Nvidia y un grupo de empresas suecas, entre ellas Ericsson y AstraZeneca, para desarrollar una nueva infraestructura de inteligencia artificial en territorio sueco. Este paso se suma a las recientes alianzas de Nvidia en Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos, luego de que la administración Trump derogara restricciones impuestas durante la presidencia de Joe Biden respecto a la exportación de chips de IA.
Esta política más abierta en el comercio tecnológico ha permitido a Nvidia expandir su alcance global justo cuando la competencia con actores como Huawei y otras firmas asiáticas se intensifica.
El trasfondo político y económico: un giro en la estrategia de Estados Unidos
El contexto en el que Huang emite estas declaraciones es clave. Trump ha apostado por una política económica de aranceles y subsidios que, según sus defensores, tiene como objetivo devolver empleos manufactureros al país, incrementar la recaudación fiscal y fortalecer la independencia tecnológica estadounidense.
“El presidente quiere que las empresas tecnológicas estadounidenses ganen”, declaró Huang. “Quiere que Nvidia y otras compañías vendan chips en todo el mundo, generen ingresos, tributen y reinviertan en Estados Unidos”.
No obstante, muchos economistas y líderes empresariales advierten que esta estrategia, lejos de impulsar la economía, podría conducir a una recesión tanto en EE.UU. como a nivel global. El aumento de los aranceles puede encarecer los productos, interrumpir cadenas de suministro y generar incertidumbre en los mercados.
Una visión de largo plazo
Para Huang, la clave está en construir resiliencia y redundancia. “La manufactura en EE.UU., asegurar nuestra cadena de suministro y tener diversidad en ella es excelente”, añadió. Estas declaraciones indican que Nvidia está alineando su estrategia a largo plazo con las nuevas prioridades geopolíticas y económicas, apostando por una mayor producción local y alianzas estratégicas que garanticen acceso global.
¿Qué significa esto para la industria?
El respaldo de Nvidia a las políticas de Trump no solo tiene implicaciones políticas, sino que también influye directamente en la narrativa del liderazgo tecnológico global. Mientras China y otros actores intentan construir sus propias plataformas de IA, EE.UU. refuerza sus posiciones a través de campeones tecnológicos como Nvidia.
La empresa, valorada como una de las más importantes del sector tecnológico, ha sido crucial en el desarrollo de procesadores gráficos y ahora es pilar fundamental en la carrera por dominar la inteligencia artificial.