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Britney Spears volvió a generar titulares tras verse envuelta en una polémica durante un vuelo privado desde Cabo San Lucas, México, hacia Los Ángeles, el pasado jueves 22 de mayo. Según informes, la cantante de 42 años comenzó a consumir alcohol durante el trayecto y, en un momento de euforia, encendió un cigarrillo dentro del avión, acción que generó preocupación entre la tripulación.
Los asistentes de vuelo intervinieron de inmediato, solicitándole que apagara el cigarrillo. Spears accedió, pero su actitud fue descrita como «difícil» durante el resto del viaje. Al aterrizar en el aeropuerto de Los Ángeles, la artista fue abordada por autoridades locales, quienes le emitieron una advertencia formal por su comportamiento a bordo. No se presentaron cargos y se le permitió continuar con su día.
La aerolínea JSX, responsable del vuelo, decidió no emitir comentarios sobre el incidente. Sin embargo, la situación provocó revuelo en redes sociales y entre sus seguidores, quienes mostraron tanto preocupación como apoyo.
Al día siguiente, Spears recurrió a su cuenta de Instagram para pronunciarse sobre el episodio. Según explicó, era la primera vez que bebía vodka y, en medio de la excitación, pidió un cigarrillo a su acompañante, quien se lo encendió. Afirmó que pensó que estaba permitido fumar debido al diseño del avión, que parecía más relajado en sus reglas.
Además, Spears criticó la actitud de una de las asistentes de vuelo, asegurando que fue “hostil” desde el inicio. Comentó que la azafata le insistía en permanecer sentada, incluso cuando el avión estaba vacío, y que se sintió incómoda por la forma en que le colocaron el cinturón de seguridad. La cantante lamentó lo sucedido, pidió disculpas si ofendió a alguien, pero dejó claro que consideró la reacción como exagerada.
Este incidente reaviva la preocupación por el bienestar de Britney, especialmente después de su liberación en 2021 de la tutela legal que la mantuvo bajo control durante 13 años. Desde entonces, la artista ha disfrutado de una mayor libertad, pero también ha sido objeto de escrutinio constante por parte del público y los medios.
A pesar de la controversia, Spears continúa publicando contenido en sus redes sociales, defendiendo su autonomía y criticando los juicios externos. El episodio del avión, aunque menor en términos legales, subraya la compleja relación que la estrella mantiene con la fama y la vigilancia pública.
