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El sector tecnológico está nuevamente al mando del mercado bursátil estadounidense. Luego de arrastrar al S&P 500 hacia las puertas de un mercado bajista en abril, las gigantes tecnológicas han retomado su papel como motor de recuperación, ofreciendo esperanza y rendimiento a los inversionistas.
Nvidia, Microsoft, Meta y otras de las llamadas “Siete Magníficas” han superado las expectativas con sus resultados financieros del primer trimestre, lo que ha devuelto el optimismo a Wall Street. A pesar de los desafíos en materia de comercio internacional y las tensiones geopolíticas, la demanda por servicios en la nube, chips de inteligencia artificial y publicidad digital se mantiene sólida.
Un repunte liderado por la tecnología
Desde el mínimo del 8 de abril, Tesla ha subido un 56%, Nvidia un 40% y Microsoft un 30%. El grupo completo de las “Siete Magníficas” representa ahora casi un tercio del índice S&P 500 y es responsable de casi la mitad del rally del 19% desde ese fondo.
Este desempeño ha sido crucial, ya que ha compensado la incertidumbre generada por las amenazas de nuevos aranceles de la administración Trump y las restricciones tecnológicas hacia China. A pesar de estas presiones, el S&P 500 está apenas a un 4% de alcanzar su máximo histórico registrado en febrero.
¿Demasiado caro para seguir subiendo?
El entusiasmo tiene su contraparte. Las valoraciones actuales del sector tecnológico están por encima del promedio de la última década. El índice de las “Siete Magníficas” cotiza a 30 veces las ganancias proyectadas, frente al 21 del S&P 500 general. Esto genera cautela entre algunos analistas, que temen una sobreexposición en un solo sector del mercado.
Barry Knapp, socio en Ironsides Macroeconomics, advierte que estar demasiado expuesto al sector tecnológico puede ser arriesgado, prefiriendo sectores como energía, materiales e industriales, que podrían beneficiarse de un repunte en el gasto de capital en la segunda mitad del año.
IA y gasto en tecnología: la apuesta continúa
A pesar de estas advertencias, otros expertos como Keith Lerner, estratega jefe de Truist Advisory Services, ven en el gasto creciente en inteligencia artificial un motor que mantendrá el impulso del sector tecnológico. Microsoft y Meta han anunciado planes para aumentar su inversión en infraestructura tecnológica, una señal clara de confianza a largo plazo.
Las estimaciones de ganancias para las tecnológicas líderes se mantienen firmes, con una proyección de crecimiento del 15% para este año, el doble del crecimiento previsto para el resto del S&P 500.
Conclusión
En un entorno donde la inflación, los riesgos regulatorios y las tensiones comerciales persisten, las grandes tecnológicas parecen ser el refugio preferido de los inversores. Su capacidad de generar ingresos sólidos, invertir en innovación y dominar sectores estratégicos las convierte en protagonistas indiscutibles del actual ciclo bursátil.
El 2025 puede ser recordado como el año en que la tecnología volvió a tomar el control del mercado, y esta vez, con más fuerza, respaldo y ambición que nunca.