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El mercado automotriz global se enfrenta a un momento crítico, y el CEO de Mercedes-Benz, Ola Källenius, no duda en describir la situación como una «batalla darwiniana». Según el líder de la icónica marca alemana, los gigantes automotrices europeos están luchando en múltiples frentes: la demanda de vehículos eléctricos ha caído en Europa, mientras que la competencia de fabricantes chinos de bajo costo se intensifica.
El reto más grande para los fabricantes de automóviles europeos, incluido Mercedes-Benz, es lidiar con la pérdida de confianza entre los consumidores chinos. A pesar de la creciente popularidad de los vehículos eléctricos (EV) en China, la entrada de competidores locales con precios más bajos ha afectado considerablemente las ventas de marcas extranjeras.
Källenius comentó en la conferencia Global Dialogue en Berlín que, para sobrevivir en este entorno feroz, las empresas deben mantener la calma, seguir invirtiendo, innovar y asegurarse de ser una de las «combatientes que quedan» al final de la batalla.
El mercado automotriz europeo se encuentra en una situación compleja. Mientras Mercedes-Benz ha logrado mantenerse relativamente fuerte en comparación con otros fabricantes alemanes como Volkswagen y BMW, la industria enfrenta grandes desafíos. Volkswagen, por ejemplo, ha emitido dos advertencias de ganancias en tres meses y está en medio de una batalla interna para reducir costos en un intento por ahorrar €10 mil millones. BMW, por su parte, ha recortado su perspectiva de 2024 debido a problemas en su sistema de frenos y la «demanda moderada» en China.
Mercedes-Benz, aunque ha superado a sus rivales en valor de mercado, no ha estado exenta de problemas. En julio, la compañía emitió su propia advertencia de ganancias y redujo su compromiso de ser completamente eléctrica para 2030.
Con la creciente competencia de las marcas chinas y los cambios en las preferencias del consumidor, el futuro del sector automotriz parece incierto. A pesar de todo, Källenius mira hacia adelante con optimismo, destacando que el éxito dependerá de la capacidad de las compañías para seguir innovando y adaptándose a este nuevo escenario.
