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El mercado de valores estadounidense ha iniciado 2024 con una fuerza sorprendente, registrando el mejor comienzo de año desde 1997, cuando Bill Clinton era presidente y la economía se encontraba en auge durante la burbuja de las puntocom. El índice S&P 500 ha alcanzado 43 máximos históricos en lo que va del año, con un aumento del 20.8% hasta la fecha, impulsado por el optimismo de un aterrizaje suave para la economía de EE.UU. y las expectativas de recortes en las tasas de interés por parte de la Reserva Federal.
Kristina Hooper, estratega global de mercados en Invesco, afirma que el impresionante rendimiento del mercado se debe a la «continua resiliencia» de la economía estadounidense y el entusiasmo por las decisiones de la Fed. Sin embargo, existen preocupaciones en el horizonte.
El mercado inició octubre con una nota negativa debido a las advertencias de la Casa Blanca sobre un posible ataque de misiles balísticos por parte de Irán, lo que hizo que los precios del petróleo subieran bruscamente. Además, las acciones tecnológicas, como Nvidia, cayeron ante el temor de que un tifón en Taiwán interrumpa el flujo de chips desde la isla.
A pesar de estos contratiempos, el sentimiento en Wall Street ha mejorado considerablemente en comparación con hace solo dos meses. El Índice de Miedo y Codicia de CNN, que mide las emociones del mercado, ha pasado de «miedo extremo» en agosto a «codicia extrema» a principios de octubre.
El temor actual entre los inversores parece ser el de perderse el rally del mercado, conocido como FOMO («Fear of Missing Out»). La resiliencia del gasto de los consumidores ha sido clave para mantener la economía a flote, a pesar del alto costo de vida y las tasas de interés elevadas.
La Fed ha dejado claro que está comprometida en proteger el mercado laboral, con su reciente recorte de tasas destinado a evitar un aumento del desempleo.