Subscribe to our YouTube channel
Después de varios años de incertidumbre y preocupaciones económicas, parece que la «vibecesión» está llegando a su fin. Aunque no todo es perfecto, hay varios indicios positivos que sugieren que podríamos estar saliendo de este largo periodo de malestar económico.
Uno de los cambios más notables es la caída de los precios de la gasolina y el auge de los mercados bursátiles. Estos factores, aunque no son los únicos indicadores económicos, tienen un gran impacto en la psicología de los consumidores. El precio promedio de la gasolina en los Estados Unidos, que actualmente ronda los $3.21 por galón, podría caer por debajo de los $3 a finales de octubre. Esta es una buena noticia tanto para los conductores como para la política, ya que los presidentes tienden a tener mejor aprobación cuando los precios del combustible son bajos.
Por otro lado, los mercados bursátiles han alcanzado máximos históricos tras el reciente recorte de tasas de interés por parte de la Reserva Federal. Los tres principales índices de Wall Street están en camino de cerrar septiembre con ganancias, lo cual es inusual, ya que históricamente septiembre ha sido un mes negativo para el mercado de valores.
Además, tras dos años lidiando con la doble carga de la inflación y las altas tasas de interés, ambas están comenzando a normalizarse. La Reserva Federal, confiada en que la inflación está bajo control, ha reducido las tasas de interés por primera vez en cuatro años, lo que facilita que las empresas obtengan préstamos y alivie el costo de las tarjetas de crédito, entre otros beneficios.
Mientras tanto, el desempleo se mantiene bajo, alrededor del 4%, y el crecimiento salarial ha superado la inflación durante un año y medio, lo que es una excelente noticia para los consumidores, quienes son el motor de la economía.
El término «vibecesión», que se popularizó en 2022, reflejaba el sentimiento general de que la economía no era tan sólida como parecía sobre el papel. A pesar de la abundancia de empleo y el crecimiento económico, la combinación de precios altos y tasas de interés elevadas desmoralizaba a los consumidores.
Sin embargo, parece que finalmente estamos dejando atrás esa etapa. Aunque aún enfrentamos desafíos, como el acceso a la vivienda, los signos de una economía más saludable están empezando a mejorar el estado de ánimo general.