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China pide ‘piso parejo’ a México: las reglas que rigen el comercio bilateral

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El comercio entre México y China ha crecido de manera exponencial en los últimos años. Solo en 2024 alcanzó los 137 mil millones de dólares, consolidando a China como el segundo socio comercial más importante de México, únicamente detrás de Estados Unidos. Sin embargo, a diferencia de lo que ocurre con el T-MEC, México y China no cuentan con un tratado de libre comercio (TLC), lo que plantea retos y tensiones en la relación.

Comercio bajo las normas de la OMC

Al no existir un TLC, el intercambio se rige principalmente bajo las reglas de la Organización Mundial del Comercio (OMC), organismo del cual ambos países son miembros. Esto implica que las transacciones comerciales se sujetan al principio de Nación Más Favorecida (NMF), lo que garantiza que los productos de un país reciban el mismo trato arancelario que los de otros socios.

En la práctica, esto significa que México aplica aranceles a los productos chinos según su tipo, y viceversa, sin otorgar reducciones o beneficios adicionales fuera de lo estipulado en las normas multilaterales.

Medidas antidumping y protección del mercado mexicano

Uno de los aspectos más delicados de la relación es la aplicación de medidas antidumping por parte de México. Estos mecanismos buscan proteger a la industria nacional frente a importaciones chinas consideradas como prácticas desleales, especialmente en sectores como el acero, aluminio y textiles.

Estas medidas han sido motivo de roces comerciales, ya que desde el lado chino se reclama un “piso parejo”, es decir, que las reglas de competencia se apliquen de manera equitativa y sin favoritismos.

Memorándums de entendimiento

Aunque no existe un TLC, sí se han firmado acuerdos específicos en forma de memorándums de entendimiento (MOU). Uno de los más relevantes es el Plan de Cooperación Económica y Comercial México-China 2022-2024, que impulsó la colaboración en sectores estratégicos como manufactura, energía renovable y agroindustria.

Sin embargo, estos acuerdos carecen del peso legal vinculante de un tratado internacional y funcionan más como hojas de ruta de cooperación.

Limitantes del T-MEC

Un factor clave que limita la posibilidad de un TLC bilateral entre México y China es el propio T-MEC. En su capítulo 32.10, se establece que cualquier miembro que busque negociar un acuerdo con una “economía no de mercado” (categoría en la que se encuadra a China) debe notificarlo previamente a los demás socios.

Esto, en la práctica, reduce la capacidad de México para negociar un tratado profundo con Beijing, ya que Estados Unidos tendría poder de veto sobre cualquier acuerdo.

El futuro de la relación

El comercio bilateral seguirá creciendo, sobre todo en áreas como productos electrónicos, manufactura automotriz y agroindustria. Sin embargo, mientras no exista un tratado formal, las reglas se mantendrán bajo los marcos de la OMC y acuerdos parciales, con un escenario de fricciones en sectores sensibles.

La petición de China de un “piso parejo” apunta a que México flexibilice ciertas medidas antidumping y otorgue un trato más favorable a sus exportaciones, algo que probablemente será difícil de conceder dada la presión de Estados Unidos y la necesidad de proteger a las industrias nacionales.

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