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Un nuevo escándalo sacude al sistema financiero mexicano. La Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) ha identificado a 21 bancos e instituciones financieras como posibles responsables de prácticas anticompetitivas relacionadas con el cobro de comisiones por pagos diferidos con tarjetas de crédito. Esta investigación, iniciada en 2022, podría desencadenar fuertes sanciones económicas y un golpe a la confianza del público en el sector bancario.
¿Qué descubrió la Cofece?
Según un documento de 649 páginas filtrado por la agencia Reuters, existen indicios sólidos de que las instituciones investigadas participaron en acuerdos para fijar comisiones, manipular condiciones del mercado y excluir competidores. Esto habría ocurrido en el segmento de pagos diferidos con tarjeta, una modalidad ampliamente utilizada por consumidores mexicanos para fraccionar sus compras.
Entre los principales nombres involucrados se encuentran las filiales mexicanas de HSBC, Santander y Scotiabank, además de otras entidades como Banco Azteca, Banco del Bajío, Inbursa, Banca Mifel, y hasta plataformas digitales como Klar y Oplay.
¿Qué consecuencias podrían enfrentar?
En caso de confirmarse las acusaciones, la Cofece podría imponer multas de hasta el 10% de los ingresos anuales de las instituciones implicadas. Aunque el organismo no tiene facultades penales, sí puede emitir informes que den pie a investigaciones por parte de la Fiscalía General de la República o abrir la puerta a demandas colectivas.
Este proceso apenas entra en la fase de alegatos, donde los bancos y empresas pueden defenderse presentando pruebas y argumentos. Pero el simple hecho de estar bajo investigación ya es un golpe reputacional importante.
¿Por qué es grave para los consumidores?
Los pagos diferidos con tarjeta son una herramienta esencial para millones de mexicanos que no pueden pagar al contado. Si se prueba que los bancos acordaban artificialmente los recargos por este servicio, estaríamos ante una afectación directa al bolsillo del consumidor, en un contexto económico donde el crédito al consumo sigue creciendo.
Además, esto podría minar la confianza en un sistema financiero que ya ha sido señalado en otros momentos por falta de transparencia y competencia real.
¿Es un caso aislado?
No. La Cofece ha demostrado ser activa en los últimos años. En 2021 multó a farmacéuticas por fijar precios de medicamentos esenciales, y en 2022 sancionó a más de 50 gaseras por manipulación de precios. Ahora le toca el turno al sector bancario, uno de los más poderosos y con mayor impacto en la vida diaria de los ciudadanos.
¿Qué sigue?
Este proceso puede tomar meses o incluso años, pero marca un precedente relevante. Si las sanciones se concretan, podría abrirse una ventana para reformar el esquema de comisiones en México y fortalecer la competencia en beneficio del usuario final. También es una llamada de atención para revisar con lupa las condiciones de nuestras tarjetas de crédito y exigir mayor transparencia por parte de las instituciones financieras.