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La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) informó que la deuda pública de México ha registrado una reducción importante durante el 2025. De acuerdo con datos oficiales, el Saldo Histórico de los Requerimientos Financieros del Sector Público (SHRFSP) bajó 0.1% en términos reales, ubicándose en 49.2% del Producto Interno Bruto (PIB).
Este nivel de deuda representa una mejora respecto al cierre de 2024, cuando se encontraba en 51.2% del PIB, y se mantiene muy por debajo del promedio observado en otras economías emergentes y países de América Latina.
Apreciación del peso y manejo prudente
Uno de los factores clave detrás de esta caída ha sido la apreciación del peso frente al dólar. De diciembre de 2024 a mayo de 2025, la moneda mexicana se fortaleció un 6.7%, lo cual redujo automáticamente el valor en pesos de la deuda externa.
Además, Hacienda implementó estrategias proactivas de manejo de pasivos, destacando la recompra y el intercambio de bonos en mercados internacionales. En total, se ejecutaron operaciones por 6,094 millones de dólares, incluyendo la recompra anticipada de bonos con vencimiento en 2026.
Composición de la deuda: menos riesgo, más estabilidad
La Secretaría destacó que el 83% de la deuda es interna y solo el 17% externa, lo que reduce la exposición del país a factores externos como volatilidad cambiaria o incertidumbre internacional.
Del mismo modo, el 80% del portafolio está contratado a tasa fija y con vencimientos de largo plazo, lo cual brinda mayor estabilidad financiera y protege al país de posibles alzas en las tasas de interés globales.
Confianza de los mercados
Esta reducción ha generado efectos positivos en los mercados financieros. Por ejemplo, la prima de riesgo (CDS a cinco años) bajó 21 puntos base, ubicándose en 120 puntos al cierre de mayo, reflejo de una menor percepción de riesgo soberano por parte de los inversionistas.
Según Hacienda, la demanda por nuevas emisiones de deuda del gobierno federal ha sido alta y constante, lo que demuestra la confianza de los mercados internacionales en la solidez de las finanzas públicas mexicanas.
Reducción de deuda externa
Un punto clave es la reducción del 15% de la deuda externa en dólares con vencimientos entre 2027 y 2031. Esta medida fue posible gracias a intercambios de bonos por más de 2,500 millones de dólares, lo que ayudará a aligerar el perfil de pagos futuros y brindar mayor flexibilidad al gobierno en su estrategia financiera.
Además, se cubrió el 85% de las amortizaciones previstas para 2026, lo que le da un margen adicional al país frente a cualquier volatilidad internacional.
¿Y qué implica esto para México?
Una deuda pública baja y manejable es esencial para mantener el acceso a crédito barato, impulsar la inversión y proteger la estabilidad macroeconómica. Aunque aún existen retos, como el crecimiento económico moderado y las presiones presupuestarias, esta noticia es un indicador positivo de la disciplina fiscal mexicana.