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En un momento crítico para el sector energético mexicano, Carlos Slim Helú, uno de los empresarios más influyentes del país y principal socio privado de Petróleos Mexicanos (Pemex), alzó la voz con un llamado urgente: es necesario que el sector privado se involucre más para rescatar a la petrolera estatal y evitar su colapso operativo y financiero.
Durante un foro conmemorativo del Día del Ingeniero, Slim fue contundente al señalar que la falta de pagos por parte de Pemex a sus proveedores y contratistas está frenando inversiones, paralizando proyectos clave y provocando el retiro de empresas privadas del sector energético.
“Hay que encontrar una solución para que Pemex esté en una mejor posición”, advirtió el magnate, cuya fortuna asciende a más de 82 mil millones de dólares.
Producción antes que exploración: la propuesta de Slim
El empresario enfatizó que la prioridad debe ser fortalecer la producción petrolera, no solo la exploración. Según Slim, Pemex debería concentrarse en aumentar la producción de barriles con el apoyo de empresas privadas, lo que a su juicio mejoraría la eficiencia operativa y la capacidad financiera de la empresa productiva del Estado.
“Hay que invertir más en producción que en exploración y permitir que los privados produzcan más barriles”, subrayó.
Además, Slim reiteró que la inversión privada en México debería superar el 20% del Producto Interno Bruto (PIB), cifra que actualmente está por debajo debido a múltiples restricciones y desincentivos en sectores estratégicos como energía.
Pemex y CFE: dos gigantes con problemas financieros
Las declaraciones del dueño de Grupo Carso llegan en un contexto de creciente preocupación sobre la fragilidad financiera de Pemex, la petrolera más endeudada del mundo. La compañía enfrenta caídas en la producción, retrasos en el pago a proveedores y una pérdida significativa de competitividad en los mercados internacionales.
Pero Pemex no es el único problema estructural, advirtió Slim. También señaló el rezago crítico en infraestructura eléctrica, impulsado por las dificultades financieras de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y el freno a la inversión privada en generación y transmisión.
Infraestructura energética: clave para el futuro tecnológico
Slim fue claro al advertir que el país requiere con urgencia mejoras en su red de transmisión eléctrica, así como en el mantenimiento de los sistemas de distribución, sobre todo ante el auge de tecnologías intensivas en energía como la Inteligencia Artificial (IA), el nearshoring y el crecimiento de los centros de datos.
“Tenemos mucho retraso en infraestructura, y sin electricidad suficiente no hay desarrollo posible”, puntualizó.
El empresario también recordó que existen recursos en la banca privada, fondos de inversión e incluso en las Siefores (fondos de pensión), que podrían movilizarse para apoyar proyectos clave, si se crean las condiciones adecuadas.
Un llamado a la acción nacional
Finalmente, Slim reconoció que el gobierno federal ha tomado conciencia de la necesidad de impulsar más inversión privada, pero insistió en que se debe acelerar la colaboración público-privada, no solo en petróleo, sino también en infraestructura energética, telecomunicaciones, y proyectos estratégicos como el nuevo aeropuerto o la transición energética.
“No hay obstáculos financieros, hay que insistir en las soluciones. Pemex no puede dejar de pagar ni de producir”, concluyó.
Sus palabras reafirman el rol clave del sector privado para enfrentar los desafíos estructurales del país y garantizar la sostenibilidad de dos pilares del desarrollo nacional: la energía y la infraestructura.