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Jamie Dimon, director ejecutivo de JPMorgan Chase, volvió a captar la atención de Wall Street al advertir que ve un “extraordinario nivel de complacencia” en los mercados financieros. Esta afirmación surge después de que los inversionistas recuperaran rápidamente las pérdidas provocadas por el denominado “Día de la Liberación”, cuando el mercado cayó un 10 % debido a los aranceles impuestos por el presidente Donald Trump, solo para recuperarse con la misma rapidez.
Dimon subrayó que aún persisten riesgos elevados de inflación e incluso de estanflación, una combinación peligrosa de recesión con aumento de precios. Durante el evento anual del Día del Inversionista de JPMorgan, celebrado en Manhattan, el ejecutivo discutió desde los impactos de la política comercial hasta el futuro del sistema bancario, pasando por sus propias intenciones de retiro.
Riesgos macroeconómicos latentes
A pesar de que Trump pausó temporalmente muchos aranceles mientras negocia nuevos acuerdos comerciales, Dimon considera que el daño aún no se ha medido por completo. Los aranceles básicos recíprocos del 10 % y otros específicos para ciertas industrias siguen activos.
Dimon advirtió que los mercados están subestimando la probabilidad de que se produzca estanflación, y afirmó que el riesgo de este escenario es “probablemente el doble” de lo que descuentan los analistas. Además, señaló que el riesgo geopolítico global es “muy, muy alto”, y aún se desconoce cómo evolucionará en los próximos años.
Incertidumbre en el liderazgo de JPMorgan
Aunque no dio una fecha precisa para su retiro, Dimon reiteró que su “base actual” es permanecer unos años más y después asumir el cargo de presidente ejecutivo de la junta. Esta transición será crítica para el banco, ya que su figura ha sido central desde 2006. Analistas como Ebrahim Poonawala de Bank of America han descrito su sucesión como el “principal factor de riesgo idiosincrático” para las acciones de JPMorgan.
Durante el evento, varios altos ejecutivos presentaron resultados y proyecciones. Marianne Lake, directora de la banca de consumo de JPMorgan, anunció que su unidad espera una reducción del 10 % en el personal en los próximos años debido a la automatización y mejoras impulsadas por inteligencia artificial. También destacó que el banco incrementará su presupuesto en tecnología hasta alcanzar los 18 mil millones de dólares en 2025.
Señales de desaceleración
No todas las noticias fueron optimistas. JPMorgan anticipa una caída en las tarifas de banca de inversión en el segundo trimestre, estimando una baja de “alrededor del 15 %” con respecto al mismo periodo del año anterior. También se prevé que los ingresos por operaciones bursátiles crezcan a tasas de “un solo dígito alto”.
No obstante, la entidad mantiene su proyección de ingresos netos por intereses en 90 mil millones de dólares para todo el año, con la posibilidad de sumar otros 4.500 millones si las condiciones del mercado son favorables.
Una nueva era para el comercio global
Las advertencias de Dimon coinciden con un tono similar de su colega Jane Fraser, directora ejecutiva de Citigroup. En una publicación reciente, Fraser expresó que las empresas están postergando decisiones de inversión y contratación ante la incertidumbre que generan los aranceles. “Estamos entrando en una nueva fase de la globalización, una menos definida por la cooperación y más por el interés estratégico propio”, afirmó.
Ambos ejecutivos destacan que, más allá de los anuncios de aranceles, el mayor problema es la desconfianza generalizada que estos generan, alterando la percepción de estabilidad para empresas e inversionistas por igual.
Conclusión
Las declaraciones de Dimon sirven como una llamada de atención. Aunque el mercado parece haber dejado atrás las turbulencias de abril, los riesgos económicos y políticos siguen presentes. En un entorno donde la política comercial, la geopolítica y la automatización cambian las reglas del juego, los líderes financieros como Dimon instan a los inversionistas y reguladores a no bajar la guardia.