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Tesla atraviesa un momento desafiante en 2025. A pesar de haber sido durante años sinónimo de innovación en movilidad eléctrica y una de las acciones favoritas del mercado, la compañía dirigida por Elon Musk está enfrentando señales preocupantes respecto a la demanda global de sus vehículos eléctricos. Tras un primer trimestre decepcionante en entregas, los primeros datos de abril indican que la tendencia a la baja continúa.
Durante los primeros tres meses del año, Tesla reportó 336,681 entregas, una disminución del 13 % respecto al mismo período del año anterior, y muy por debajo de las expectativas de Wall Street, que proyectaban alrededor de 390,000 unidades. Se trata del peor trimestre en entregas desde el segundo trimestre de 2022.
La situación no ha mejorado en abril. Aunque Tesla no divulga sus ventas mensuales, diversos organismos nacionales utilizan registros de matriculación como indicador aproximado. En el Reino Unido, Tesla apenas registró 512 vehículos nuevos, una caída del 62 % en comparación con abril del año anterior, según datos de la Society of Motor Manufacturers and Traders. En Alemania, donde se encuentra la fábrica Giga Berlin, las matriculaciones cayeron un 46 %. En Francia, Dinamarca y Suecia, las bajas fueron del 59 %, 67 % y 81 %, respectivamente.
La debilidad en la demanda europea coincide con una creciente polarización política alrededor del CEO Elon Musk, cuyas declaraciones y acciones públicas han generado críticas y distanciamiento por parte de algunos clientes tradicionales, especialmente por su respaldo al expresidente Donald Trump.
En China, un mercado crucial para Tesla, los números tampoco acompañan. Según datos de la China Passenger Car Association, Tesla vendió 58,459 vehículos en abril (incluyendo unidades exportadas), una caída del 6 % interanual y una disminución del 25.8 % respecto a marzo. En lo que va del año, las ventas y exportaciones desde China están un 18.3 % por debajo del mismo período del año pasado.
Parte de esta presión viene del avance de los fabricantes chinos como BYD, Nio y XPeng, que están ganando participación de mercado con modelos más accesibles y tecnología adaptada a los gustos locales, incluyendo interfaces hombre-máquina más integradas.
La situación plantea desafíos serios para Tesla, que además enfrenta tensiones internas por temas como compensación ejecutiva y gobernanza. Aunque la acción de Tesla ha mostrado recuperación en las últimas semanas gracias a factores como un nuevo paquete de compensación para Elon Musk y cambios en la junta directiva, los problemas estructurales en la demanda global siguen siendo una amenaza para el crecimiento sostenido de la empresa.