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Nvidia, el gigante de los chips de inteligencia artificial, vivió una semana de euforia en Wall Street al cerrar con un impresionante avance del 16% en el valor de sus acciones. Este repunte marca un resurgimiento para la compañía tras un inicio de año algo turbulento, y responde principalmente a dos factores clave: nuevos acuerdos de exportación hacia Medio Oriente y un cambio favorable en la política comercial de Estados Unidos respecto a China.
El martes, Nvidia anunció un compromiso estratégico con la firma saudí Humain, un nuevo emprendimiento de inteligencia artificial respaldado por el Fondo de Inversión Pública de Arabia Saudita, valorado en 925 mil millones de dólares. En virtud de este acuerdo, Nvidia proveerá cientos de miles de chips de IA durante los próximos cinco años, posicionando a la empresa como pieza central en el desarrollo tecnológico de la región.
Este anuncio coincidió con una serie de otros pactos firmados entre Humain y compañías tecnológicas estadounidenses como Amazon, AMD y Qualcomm, lo que refuerza el papel creciente de Oriente Medio como nuevo epicentro de la revolución de la inteligencia artificial.
La buena racha continuó cuando el viernes el presidente Donald Trump oficializó un acuerdo que permitirá a los Emiratos Árabes Unidos importar medio millón de chips Hopper —una generación anterior de procesadores de Nvidia— cada año. Esta apertura contrasta radicalmente con las restricciones impuestas durante el gobierno anterior, y señala un viraje hacia una política más flexible de exportación tecnológica.
En paralelo, informes recientes indican que Nvidia está considerando establecer un centro de investigación y desarrollo en China. Esta iniciativa, aún en etapas preliminares, sería una señal de acercamiento en un contexto donde el comercio entre Estados Unidos y China comienza a descongelarse tras el anuncio de una tregua comercial de 90 días.
Desde el punto de vista regulatorio, la administración Trump también ha revocado formalmente la llamada «regla de difusión de IA» promulgada bajo el mandato de Joe Biden. Esta normativa limitaba severamente la exportación de chips de IA a la mayoría de los países del mundo. Su eliminación libera a empresas como Nvidia para expandir sus mercados sin tantas restricciones.
El efecto combinado de estos eventos se reflejó con claridad en la cotización bursátil de Nvidia: las acciones subieron 5,6% el martes, 4% el miércoles, y cerraron la semana con un alza semanal acumulada del 16%, devolviéndole a la acción un saldo positivo en lo que va del año.
Aaron Siegel, analista de CFRA, comentó que su perspectiva sobre Nvidia ha mejorado considerablemente en las últimas semanas gracias a las reformas comerciales recientes y a la eliminación de barreras regulatorias que anteriormente limitaban el crecimiento internacional de la compañía.
Cabe recordar que Nvidia obtiene alrededor del 13% de sus ingresos anuales de China (incluyendo Hong Kong), lo que hace que cualquier alivio en las tensiones comerciales entre ambos países tenga un impacto significativo sobre sus finanzas.
Aunque al comenzar 2025 algunos inversores mostraron cautela debido al auge de modelos de IA más económicos —como los de la startup china DeepSeek— y a temores de una desaceleración en el gasto de gigantes tecnológicos, lo cierto es que hasta ahora no hay señales claras de enfriamiento. Microsoft, uno de los principales clientes de Nvidia, confirmó recientemente su intención de gastar 80 mil millones de dólares en infraestructura basada en inteligencia artificial durante este año, mientras que Meta elevó su inversión proyectada a un rango de entre 64 mil millones y 72 mil millones de dólares.
En conclusión, Nvidia ha recuperado su impulso como líder indiscutible del sector de chips de IA. Los nuevos acuerdos, la flexibilización comercial y el respaldo continuo de las grandes tecnológicas hacen prever un panorama alentador para la empresa de cara a la publicación de sus resultados trimestrales el próximo 28 de mayo.