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En los últimos años, la economía de Estados Unidos ha desafiado consistentemente las proyecciones de Wall Street, superando las expectativas en más de una ocasión. Ahora, mientras nos preparamos para 2025, los analistas y estrategas financieros están apostando por una continuación de esta tendencia, con pronósticos de crecimiento económico más optimistas de lo que se había anticipado inicialmente.
Lori Calvasina, directora de estrategia de renta variable en Estados Unidos de RBC Capital Markets, lo resume así: “Dado el historial reciente de subestimar el crecimiento económico y el hecho de que las previsiones del PIB para el próximo año están aumentando lentamente, apuesto por un crecimiento del 2% al 3% en lugar del 1% al 2%.” Su perspectiva sitúa al S&P 500 cerrando 2025 en 6,600 puntos, reflejando un entorno económico más robusto.
Proyecciones optimistas: Un vistazo a los números
Wells Fargo también comparte una visión optimista. Christopher Harvey, estratega de la firma, presentó la predicción más alcista, con un S&P 500 alcanzando los 7,007 puntos, impulsado por revisiones al alza del PIB y oportunidades cíclicas en sectores clave. Bank of America (BofA), por su parte, proyecta un cierre de 6,666 puntos para el índice, con una tasa de crecimiento económico anualizada del 2.4% en 2025, superando el consenso de Bloomberg, que anticipa un 2.1%.
Estas proyecciones han llevado a BofA a recomendar inversiones en sectores sensibles al PIB, como Finanzas (XLF), Consumo Discrecional (XLY), Materiales (XLB), Bienes Raíces (XLRE) y Utilidades (XLU). Según Savita Subramanian, estratega de BofA, las oportunidades más atractivas se encuentran en compañías con sólidos retornos de efectivo y una fuerte conexión con la economía estadounidense, particularmente las acciones de gran capitalización de valor.
¿Por qué este optimismo? El historial reciente del crecimiento económico
El optimismo de Wall Street para 2025 no surge de la nada. Desde el inicio de la pandemia, los pronósticos económicos han tendido a subestimar la resiliencia de la economía estadounidense. En lugar de una desaceleración severa, el país ha experimentado un crecimiento sostenido, impulsado por bajos niveles de desempleo y un dinamismo económico que solo se ha visto en el 6% de los casos desde 1947.
Bankhim Chadha, de Deutsche Bank, señala que estos momentos históricos —como los experimentados en la década de 1960 y finales de los 90— han coincidido con un desempeño excepcional en los mercados bursátiles. Según su análisis, en años en que el PIB creció entre el 2.1% y el 3%, los mercados de valores registraron ganancias el 70% de las veces, con un rendimiento promedio cercano al 11%.
El papel del crecimiento del PIB en el mercado bursátil
Aunque se suele decir que el mercado de valores no es un reflejo directo de la economía, en 2025 esta relación podría ser más evidente. Los datos históricos muestran que cuando el crecimiento del PIB cae por debajo del 2%, las acciones tienden a registrar un desempeño mediocre, mientras que un crecimiento económico saludable genera mayor confianza en los mercados.
Este vínculo es particularmente relevante en un contexto donde sectores como Finanzas, Consumo y Materiales podrían beneficiarse significativamente de una expansión económica superior al 2%. En palabras de Calvasina, «para que el valor supere al crecimiento en los mercados, necesitamos ver un PIB más dinámico.»
Conclusión: Un 2025 prometedor, pero con desafíos
Si bien el panorama general es positivo, los analistas advierten que cualquier signo de desaceleración económica podría cambiar el rumbo optimista de las proyecciones. Aun así, Wall Street se prepara para un 2025 marcado por oportunidades en sectores clave y un crecimiento económico que podría sorprender, una vez más, a todos.
Para los inversionistas, esto significa explorar oportunidades en empresas conectadas con la economía real y aprovechar los beneficios de sectores que históricamente han sido sensibles al crecimiento del PIB. Aunque los mercados siempre tienen un grado de incertidumbre, 2025 se perfila como un año de grandes expectativas y, posiblemente, grandes logros.
